Frases
El afecto o la admiración pueden aumentar un mérito; la enemistad o la indiferencia no deben rebajarlos, pero sí pueden ponerlos en su sitio exacto.
No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre.
La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.
A los viejos les enseñaría: que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.
Si hay debajo de la luna cosa que merezca ser estimada y apreciada, es la mujer buena y en comparación de ella el sol mismo no luce y son oscuras las estrellas.
El nacionalismo es una enfermedad que se cura viajando.
Se conocen infinitas clases de necios; la más deplorable es la de los parlanchines empeñados en demostrar que tienen talento.
La plegaria no es un entretenimiento ocioso para alguna anciana. Entendida y aplicada adecuadamente, es el instrumento más potente para la acción.
La razón obra con lentitud y con tantas miras, sobre tantos principios, que a cada momento se adormece o extravía. Pero la pasión obra en un instante.
La pasión para el hombre es un torrente, para la mujer, un abismo.