Frases
Dichoso quien por la vida pasa, ni envidiado, ni envidioso.
El error y la mentira son armas que acaban siempre por dispararse contra el que las emplea.
Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia.
El arte de escribir consiste en decir mucho con pocas palabras.
Hay que escribir en el idioma de los sentimientos, no en el idioma de las palabras.
El mayor espectáculo es un hombre esforzado luchando contra la adversidad; pero hay otro aún más grande: ver a otro hombre lanzarse en su ayuda.
Bien están los buenos pensamientos, pero resultan tan livianos como burbuja de jabón, si no los sigue el esfuerzo para concretarlos en acción.
Aunque tengamos la evidencia de que hemos de vivir constantemente en la oscuridad y en las tinieblas, sin objeto y sin fin, hay que tener esperanza.
Si un hombre ha nacido con un carácter no dotado para la felicidad, nada le puede hacer feliz; si ha nacido para ser feliz, nada le puede hacer desgraciado.
La felicidad consiste en ser un desgraciado que se siente feliz.