Frases
La patria, posiblemente, es como la familia, sólo sentimos su valor cuando la perdemos.
No hay placer más complejo que el pensamiento y a él nos entregamos.
La pereza, es decir, la pasión de la inacción, tiene para triunfar, una ventaja sobre las demás pasiones, y es que no exige nada.
El mejor homenaje que puede tributarse a las personas buenas, es imitarlas.
Mucho más deben los hombres a la pobreza que a la riqueza; las riquezas les hacen gordos, gotosos, pesados y la pobreza les hace ágiles, ligeros, sutiles de ingenio y de cuerpo, temibles para sus enemigos.
Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes: es un país de esclavos.
Todo poder cae a impulsos del mal que ha hecho. Cada falta que ha cometido se convierte, tarde o temprano, en un ariete que contribuye a derribarlo.
La política no debe tratar de vengar el mal realizado, sino cuidar de que no se produzca.
Un ser humano que se consagra a la política, no se pertenece ya a sí mismo y tiene que obedecer a otras leyes diversas, de las sagradas de su naturaleza.
El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene y de explicar por qué no ha ocurrido lo que predijo.