Frases
El único amor consecuente, fiel, comprensivo, que todo lo perdona, que nunca nos defrauda, y que nos acompaña hasta la muerte es el amor propio.
Nada me inspira más veneración y asombro que un anciano que sabe cambiar de opinión.
No hay animal tan manso, que atado no se irrite.
Ser breve, en arte, es, ante todo, suprema moralidad.
La libertad, la moralidad y la dignidad humana del individuo, consiste en que haga el bien, no porque esté obligado a hacerlo, sino porque libremente lo conciba, quiera y ame.
Las fuerzas que se asocian para el bien no se suman, se multiplican.
En la bondad se encierran todos los géneros de sabiduría.
Todo cabe en lo breve. Pequeño es el niño y encierra al hombre; estrecho es el cerebro y cobija el pensamiento; no es el ojo más que un punto y abarca leguas.
El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caído.
Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo, que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.