Frases
Los hombres sabios, aprenden mucho de sus enemigos.
Amamos las catedrales antiguas, los muebles antiguos, las monedas antiguas, las pinturas antiguas y los viejos libros, pero nos hemos olvidado por completo del enorme valor moral y espiritual de los ancianos.
El orgullo engendra al tirano. El orgullo, cuando inútilmente ha llegado a acumular imprudencias y excesos, remontándose sobre el más alto pináculo, se precipita en un abismo de males, del que no hay posibilidad de salir.
Una colección de bellas máximas es un tesoro más apreciable que las riquezas.
Huye de los elogios, pero trata de merecerlos.
No te molestes en ser mejor que tus contemporáneos o tus predecesores, intenta ser mejor que tú mismo.
Se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás.
La vida es la constante sorpresa de saber que existo.
Si la vida te da limones, haz limonadas.
Si te aprovechas de las lecciones de la sabiduría, vivirás en todas partes sin disgusto y serás feliz en tu estado; la riqueza te dará placer porque tendrás mayores medios de hacer bien a muchos; la pobreza, porque te hallarás con menos inquietudes y sobresaltos; la gloria, porque te verás honrado; la oscuridad, porque serás menos envidiado.