Frases
La esperanza tiene dos hermosos hijos, la indignación y el coraje; la indignación nos enseña a no aceptar las cosas como son; el coraje, a cambiarlas.
Sugerencias de regalos navideños: Para tu enemigo, perdón. Para un oponente, tolerancia. Para un amigo, tu corazón. Para un cliente, servicio. Para todo, caridad. Para cada niño, un buen ejemplo. Para ti, respeto.
No soy para todos. Realmente me gusta mi pequeño mundo. Él está lleno de sorpresas, palabras sueltas y colores mezclados. A veces tiene un cielo azul, otras veces tormenta. En su interior se ajustan sueños de todos los tamaños. Pero no se ajusta mucha gente. Todas las personas que se encuentran en él no están por casualidad. Son necesarias.
El amor se prueba en el fuego, en la dura experiencia de dar la vida por el otro. De lo contrario, no es amor; es ilusión. Sabes que alguien te ama no por lo que dice, sino por lo que hace. El amor no sobrevive en las teorías. Es inútil decirle a tu hijo que lo amas si tus gestos no corresponden a ese amor. Las palabras sin gestos no edifican.
La educación es algo admirable, pero es bueno recordar que nada que valga la pena saber se puede enseñar.
A una mujer le toma veinte años hacer que su hijo sea un hombre - otra mujer, veinte minutos a hacerlo de ridículo.
Y este es un amigo: uno que con su presencia conforta sin necesidad de muchos gestos o dramatizaciones.
Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquéllo que desea.
Un hombre razonable es aquel que se adapta al mundo a su alrededor. El hombre no razonable espera que el mundo se adapte a él. Por lo tanto, todo progreso es hecho por los hombres no razonables.
No tenemos más derecho a consumir felicidad sin producirla que a consumir riqueza sin producirla.