Frases
Los infinitamente pequeños tienen un orgullo infinitamente grande.
El sueño es la satisfacción de que el deseo se haga realidad.
Cada reforma interna y cambio para mejor dependen únicamente de la aplicación de nuestro propio esfuerzo.
Me gustaría agradecerle las innumerables veces que me has visto mejor de lo que yo soy. Por tu capacidad de mirarme lentamente, ya que en esta vida muchas personas me han mirado demasiado rápido.
No es el más fuerte que sobrevive, ni el más inteligente, sino el que mejor se adapta a los cambios.
Le dijo la flor al principito: debo soportar dos o tres orugas si quiero conocer a las mariposas.
Siempre que sea posible, sea claro. Pero que tu claridad no sea la razón para lastimar a otros.
Solo hay un momento en que es fundamental despertarse. Ese momento es ahora.
Confieso que te extraño irracionalmente. Y tengo ganas de regresar, de llamar, de decirte mil cosas, y caer en tus manos, sin importarme nada, simplemente darte mi corazón. Pero no, renuncio, me controlo y digo a mí mismo que no es así, que no puede ser, que te fuiste, y no regresas.
La cultura es el mejor consuelo para la vejez.